
Mari Paz Oregui · Voluntaria de Proyecto Hombre La RIoja
“Yo soy voluntaria de Proyecto Hombre y siempre me dicen que me ven contenta: ‘Contenta, no; ¡feliz!’”.
“Yo soy voluntaria de Proyecto Hombre y siempre me dicen que me ven contenta: ‘Contenta, no; ¡feliz!’”.
Cuando Cosme llega para comer, la mesa está lista y la comida, preparada. Un equipo de voluntarios lo ha hecho posible. “Si no fuera por ellos, esto no se podría mantener”, asegura el usuario de Cocina Económica.
Marwa es una niña tímida frente a la cámara, pero al describir a quien le echa una mano con los deberes, no duda: “Pili es muy maja, simpática y me ayuda mucho”.
“Estoy aquí con Leire, una compañera muy maja”, cuenta Manuel. “Me gusta lo de ‘compañera’”, apostilla la voluntaria, que acompaña semanalmente a personas mayores de una residencia de ancianos.
Mónica y Yarisa comparten tiempo y sonrisas. Basta un fotograma para comprobarlo. Mónica es voluntaria en Pioneros y Yarisa, la estudiante de Grado Superior en Administración de Empresas a la que da clases de apoyo.
“El beneficio de ella, el beneficio mío… es un beneficio mutuo. Animo a todos a hacer voluntariado. Es que es…”, Ana no encuentra las palabras para describirlo.
“En la Asociación te sientes muy valorada por los usuarios, te quieren un montón y agradecen la compañía”.
“Es importante entender que nuestra sociedad va a requerir voluntarios que colaboren desinteresadamente con asociaciones que mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos”.
“En mis labores como voluntario es necesario ser paciente, amable y tener empatía. Ayudar a otras personas, con actividades pequeñas o grandes, es reconfortante”.
“Vivir la vida como la viven ellos, 24 horas al día durante dos semanas enteras, es uno de mis mejores recuerdos”.
“Es importante aportar un granito de arena para que quienes están en estado de indefensión puedan sonreír”.
“Es gratificante sentir que aportas un granito de arena en futuras playas maravillosas”.