Cuando Cosme llega para comer, la mesa está lista y la comida, preparada. Un equipo de voluntarios lo ha hecho posible. “Si no fuera por ellos, esto no se podría mantener”, asegura el usuario de Cocina Económica.
En ese equipo de generosidad se encuentra Rafael, que ha regalado más de 20 años de solidaridad, primero en Cruz Roja y desde hace una década, en Cocina Económica. “Esta es mi vida de voluntario”, afirma.
“Ayudando a los demás siento satisfacción. Quien no hace voluntariado se pierde una gran actividad. Sería bonito que lo intenten”, cuenta Rafael.
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