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MUCHO POR HACER

Tomás Benítez · Vocal de la Junta Directiva de la Plataforma de Voluntariado de España

TOMAS BENITEZ

“El voluntariado digital es una realidad que ha venido para quedarse y en el contexto de la COVID-19 ha encontrado su entorno más favorable”

 

La Escuela de Otoño, la principal actividad formativa de la Plataforma del Voluntariado de España (PVE), ha cumplido 25 años. La organización planeaba celebrar en La Rioja esta edición especial, presencialmente, como siempre, pero la pandemia truncó los planes. Con el esfuerzo de la PVE y la colaboración de la Federación Riojana de Voluntariado, Logroño fue la sede testimonial de una Escuela virtual que puso en valor la solidaridad en
tiempos de pandemia. 

Tomás Benítez, vocal de la Junta Directiva de la PVE, cuenta cómo ha sido esta Escuela de Otoño excepcional por el aniversario y las circunstancias.

Este año se ha celebrado el 25 aniversario de la Escuela de Otoño. ¿En qué consiste este evento? ¿Cuál es su trayectoria durante todo este tiempo?

La Escuela es un evento anual de referencia, formativo y de encuentro del voluntariado. Entre los objetivos específicos que nos marcamos destacan: promocionar un voluntariado de calidad, visibilizar e intercambiar buenas prácticas, dotar de herramientas y conocimientos que faciliten la labor tanto a personas técnicas y directivas como a personas voluntarias, promover la participación y los valores del voluntariado y favorecer encuentros y espacios de reflexión sobre el voluntariado.

Se realiza con la colaboración de una Plataforma autonómica o provincial, lo que nos permite conocer mejor el voluntariado en cada territorio y promocionar su visibilidad y buenas prácticas.

¡Ya hemos estado en 19 territorios diferentes! Durante estos 25 años, la Escuela ha ido desarrollándose y creciendo en cuanto a número de actividades, calidad e interés. Estamos muy contentas y orgullosas de la acogida que tiene la Escuela. Además de ser un evento de referencia en el voluntariado, las personas que participan resaltan la experiencia de compartir, conversar y conocer a personas de otras entidades que comparten las mismas inquietudes y preocupaciones del día a día del voluntariado. 

La edición de este año ha estado marcada por la pandemia. ¿Qué cambios han realizado para poder celebrar esta edición?

Los cambios han sido muchos. Desde la planificación hasta la evaluación. En la fase previa, si bien otros años se realizaban visitas para comprobar logística, espacios, alojamientos, etc., este año se ha centrado en diseñar y adaptar todas acciones a un formato virtual apoyándonos en personas expertas para ello. Se creó un equipo motor de unas 10 personas con el que comenzamos a configurar la Escuela en formato digital. Hemos contado con personas expertas en soportes tecnológicos y gamificaciones, en gestión de formaciones en línea y en participación. De esta manera, tanto la Federación Riojana de Voluntariado como nosotras contamos con ese apoyo para crear conjuntamente este nuevo formato de Escuela de Otoño.

Además, queríamos que no se perdiera la esencia de participación, innovación y cercanía que aportaban las escuelas presenciales, por lo que se nos planteó un reto muy grande. El desarrollo (y tiempo de duración) lo ampliamos con la idea de poder ofrecer la misma calidad, pero con un canal y circunstancias muy diferentes a cuando era presencial. Estamos muy agradecidas tanto a las personas que formaron el equipo motor de las diferentes entidades (FRVS, Game Talent, Abreparentesis y Colectivo Crac) como a las personas que han participado, porque sin ellas esto no hubiera sido posible. 

El lema de la Escuela de Otoño ha sido “Por un voluntariado de puertas abiertas”. ¿Qué mensaje queríais transmitir con este lema?

El mensaje principal era que la solidaridad no tiene restricciones y, en estos momentos, es más necesaria que nunca. También, vimos que, al ser a través de internet, podíamos llegar a más personas que muy probablemente necesitaban más que nunca el poder acceder a un espacio accesible como este y sin restricciones.

 Los contenidos de la escuela estaban centrados en tres grandes bloques: ODS, transformación tecnológica y liderazgo y voluntariado. ¿Cuál es el papel del voluntariado en cada uno de ellos?

Los ODS son una agenda compartida común. En la práctica, esto significa que hay numerosos puntos de entrada en los que participar: desde consultas y definición de nuevas políticas y programas, a la asunción de objetivos específicos, a cambios de culturas, comportamientos y prácticas, todo lo necesario para aprovechar el potencial transformador de los ODS. El voluntariado se suma a ello siendo un mecanismo de participación y transformación esencial de la ciudadanía que debe unirse y aportar.

Respecto al liderazgo y voluntariado, durante esta pandemia se ha puesto en evidencia el papel que ha desempeñado. A pesar de las dificultades y complejidad de la situación, el voluntariado ha sido la guía para canalizar la ayuda y solidaridad que debía llegar a muchas personas que estaban en situaciones extremas.

Y, acercándonos a planos organizacionales, ahora, en los tiempos que estamos viviendo, necesitamos tener competencias y habilidades (alegría, empatía, confianza, sentido crítico…) para ser fuertes y poder cumplir con nuestra misión.

En cuanto a la transformación tecnológica, es evidente que ha llegado a todos los ámbitos. Por ello, en el voluntariado hemos tenido y estamos adaptando todos los programas para poder incorporar las nuevas tecnologías. Este sí que es un reto que ha cambiado estructuras, objetivos, metodologías, procesos, actividades, etc. Debemos adaptarnos y aprender a incorporarlas, pero sin perder la humanización. Parece complicado, pero seguro que lo conseguiremos.

 ¿Qué papel está jugando el voluntariado en esta crisis social y sanitaria ocasionada por la pandemia?

El voluntariado en esta crisis ha sido esencial, se ha puesto de manifiesto la importancia que tiene. El voluntariado ha llegado donde las Administraciones no podían llegar. Además, los sentimientos de aislamiento, soledad, frustración, miedo y tristeza solo se podían combatir con los valores que forja el voluntariado.

 ¿Se han cumplido los objetivos que os habíais marcado en esta Escuela de Otoño? ¿Cómo valoráis la participación?

¡Como un éxito! Además de haber cumplido con los objetivos, las valoraciones y evaluaciones han sido muy positivas. Por ello, podemos estar todos y todas muy satisfechas con el trabajo realizado y la acogida de la gente que ha participado. Sabemos que lo presencial da un plus a este encuentro que nos gustaría no perder, pero, por otro lado, lo virtual ha venido para quedarse y tiene su lado positivo. Podemos llegar a más personas para que la promoción, mejora y visibilidad del voluntariado sea mayor y efectiva. Así, ¡seremos más personas las que nos uniremos a hacer voluntariado y cuidar el mundo!

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