“El voluntariado de Cruz
Roja que ayuda en la
crisis de Ucrania tiene
experiencia de acogidas
anteriores a personas
afganas o sirias”
Jaime Caballero (Madrid, 1965) es coordinador autonómico de Cruz Roja en La Rioja desde mayo de 2005, con un paréntesis de unos meses en La Coruña. Entre sus responsabilidades se encuentra el área de Voluntariado de la organización, que cuenta con unas 4.000 personas voluntarias en La Rioja. Jaime, ingeniero aeronáutico y ex funcionario del Banco de España, inició su andadura en Cruz Roja en 1998 como coordinador del Programa de Tratamiento con Sustitutivos Opiáceos en Madrid, más conocido como “el programa de metadona”.
El 24 de febrero de 2022 Rusia invadió Ucrania. Desde que estalló la guerra, Cruz Roja La Rioja ha sido una pieza clave en todo el sistema de acogida e integración, coordinado en la comunidad autónoma por la Delegación del Gobierno.
¿Cómo ha movilizado Cruz Roja a su voluntariado para esta acogida?
Para la crisis de Ucrania se ha movilizado al voluntariado que ya colaboraba en el área de personas Refugiadas. Además, se han captado a más personas voluntarias para las clases de aprendizaje de castellano, donde hemos contado hasta con 15 para atender a más de 60 personas adultas. Y también para tareas de traducción: hemos captado o recuperado a seis o siete personas voluntarias que hablasen ucraniano y ruso. El voluntariado ha apoyado integralmente a estas personas y según las necesidades: primera atención y cobertura de sus necesidades básicas de alimentación, alivio emocional, traslados hasta los recursos de alojamiento, asistencia jurídica y ayuda en los trámites de residencia y permiso de trabajo, empleabilidad, acompañamiento escolar a menores para garantizar su inclusión y éxito escolar… Desde Cruz Roja hemos atendido hasta hoy en La Rioja a 274 personas, de las que 106 eran menores.
¿Cómo ha sido el flujo de llegada?
Cruz Roja lleva en La Rioja más de 30 años atendiendo a personas refugiadas y también a inmigrantes económicos o de otra índole. Y seguimos haciendo ese trabajo, con personas afganas, sirias y de otras nacionalidades. Pero en el caso del conflicto de Ucrania lo que hemos tenido ha sido casi una avalancha, muchas personas concentradas en un corto espacio de tiempo.
Las primeras semanas de conflicto las llegadas fueron muy limitadas, a personas que tenían familiares o entorno personal en La Rioja, ya que los destinos preferidos eran los más próximos a Ucrania y en España se concentraron en una serie de centros de recepción: Barcelona, Madrid, Alicante y Málaga. Fue en las semanas siguientes cuando llegó el mayor contingente. Ahora los pocos que vienen y se esperan es por derivación de otras Asambleas de Cruz Roja que tengan sus dispositivos de acogida saturados.
Por lo que comenta, el despliegue ha sido muy importante y la atención integral…
Así es. En La Rioja, a los 100 días del comienzo de la guerra, 36 personas voluntarias han colaborado con Cruz Roja en la atención, en todos los sentidos, de la población ucraniana llegada a la región. En toda España, hemos movilizado a más de 4.600 personas voluntarias y atendido a más de 61.000 personas en la operación ‘Crisis Ucrania’.
El voluntariado de Cruz Roja ha trabajado en la integración de la población llegada de Ucrania en un nuevo municipio en el que se les ayuda a crear nuevas redes de contacto. Los acompañamos al nuevo colegio, a conocer la localidad o el barrio e, incluso, les mostramos dónde pueden comprar el pan. Este acompañamiento individualizado caracteriza a Cruz Roja.
Nos preocupamos del largo plazo de la estancia de las personas que han salido de Ucrania con planes de inserción que incluyen el aprendizaje del idioma o los planes de empleo específicos, sin dejar a un lado las ayudas directas o sociales que necesiten. Se trata de que puedan desarrollar una nueva vida en condiciones dignas con acceso a todos los recursos básicos que necesiten.
¿Cómo fue la primera atención de las personas refugiadas?
En Cruz Roja se prepararon de forma anticipada recursos y se organizó voluntariado en el mes de febrero, nada más iniciarse la crisis. Esto ha permitido optimizar la respuesta y estar en activo para todos los escenarios posibles, incluido el que vivimos hoy, cuando el conflicto continúa y la llegada de personas desplazadas ya es con cuentagotas, pero las necesidades de quienes están aquí continúan.
Nuestro voluntariado está formado, conoce el procedimiento, entiende las necesidades y respeta los tiempos de las personas a su llegada. Además, tiene desde el primer momento como objetivo final la autonomía personal de la persona atendida, no solo la cobertura de sus necesidades inmediatas. La primera acogida de personas refugiadas es muy importante, más allá de por lo que supone tener un lugar de alojamiento en el país. Es fundamental que se les explique y comprendan cómo funciona todo. Deben conocer sus derechos y cómo es el trámite administrativo para garantizar y poder acceder a todo tipo de ayudas.
¿Y tras esa primera fase de atención?
Ahora el objetivo de Cruz Roja es que las personas hagan su vida en España. Y para eso necesitan una vivienda estable, un trabajo o conocer el idioma, algo para lo que se les prepara con formación, orientación sociolaboral, ayudas económicas, atención jurídica y psicológica o aprendizaje del idioma.
En este contexto, es importante destacar el impacto emocional que supone cualquier trayecto migratorio, especialmente en contextos de crisis, y cómo puede afectar a las madres e hijos que han llegado el hecho de que sus parejas y padres puedan perder la vida en el conflicto. Esas necesidades son importantes y hay que atenderlas también. Por eso, el voluntariado de Cruz Roja apoya también estas necesidades de acompañamiento.
De hecho, las personas que participan en esta actividad de Cruz Roja tienen experiencia en situaciones similares anteriores: han participado en dispositivos como el de la llegada de personas refugiadas afganas, o con la atención a personas sirias, subsaharianas o magrebíes, que han pasado por la solicitud de protección internacional anteriormente.
¿Ha habido muchas personas que han llamado a la puerta de Cruz Roja a raíz del conflicto?
Sí, Cruz Roja ha recibido numerosas solicitudes de personas interesadas en formar parte de la organización, a las que se prepara para poder incorporarse si fuera necesario. Hay varias decenas de personas voluntarias de nueva incorporación a Cruz Roja en La Rioja y cientos de horas de dedicación que ya se han completado en los primeros tres meses de emergencia.
¿Se ha volcado la población riojana en la ayuda a Ucrania y a Cruz Roja?
Sí, a veces de una forma más voluntariosa que eficaz. Desde Cruz Roja seguimos haciendo un llamamiento a la población riojana a aportar fondos con los que atender las necesidades humanitarias de la población afectada en Ucrania y países vecinos. Porque siguen siendo necesarios. Se puede colaborar a través de www.cruzroja.es, mediante el envío de SMS con la palabra UCRANIA al 38088 para donar 3,00€, o mediante BIZUM al 33512, además de los canales tradiciones de transferencia bancaria y teléfono 900 104 971.
Las contribuciones económicas a la Cruz Roja u otras organizaciones que atienden a solicitudes de apoyo en la zona de conflicto permiten responder de manera más eficiente a las necesidades de la población. De hecho, desde Cruz Roja La Rioja hemos enviado muchas donaciones para el Fondo de Emergencias a Ucrania: del PSOE, la Comunidad General de Regadíos de Calahorra, la Universidad de La Rioja, a través de su carrera solidaria, la Cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, que organizó un ensayo solidario… Son solo algunos ejemplos de las muchas donaciones que hemos conseguido desde La Rioja.
La organización garantiza que con las donaciones económicas recibidas las personas reciben el apoyo que necesitan. Esta forma de ayudar es más eficaz y eficiente que el acopio de alimentos u otros artículos.